0. Introducción

Durante mi pasada visita al Imperial War Museum recuerdo una escena que pasaba desapercibida a los ojos de los demás visitantes, se trataba de una representación de la alemania ocupada en la que dos vigilantes observaban una pantalla, algo similar a lo que ocurre hoy en día en nuestras carreteras, calles e incluso en nuestros institutos y que este gobierno está decidido a imponer a los internautas españoles. Si el descubrimiento del espionaje a unas decenas de sus adversarios desencadenó la renuncia de nixon al cargo, ¿qué no tendrían que hacer el psoe y el pp después de haber aprobado la ley de conservación de datos de las comunicaciones electrónicas?. Y si seguimos imaginando que tenemos políticos con un mínimo de decencia, ¿qué no tendrían que hacer zapatero, césar antonio molina (ministro de cultura, uña y carne con la sgae) y el equipo de gobierno al completo de llevarse a cabo lo escrito en el diario el país del 21 de diciembre en el que se dice que «.. los operadores de acceso a Internet (ISP) y la industria audiovisual están negociando un modelo de control de descargas mediante un sistema de avisos y penalizaciones.», donde también se afirma que «… los avisos irán emparejados a medidas para los reincidentes, como la reducción progresiva de la velocidad de descarga, …» y que «la Coalición (sgae y similares) desea una especie de carné por puntos para los que realicen un uso masivo del p2p» (las cursivas son mías). Todo esto, hablando claro, significa el espionaje sistemático de nuestras comunicaciones ya no por una promesa imposible de seguridad como en la ley anteriormente mencionada, sino para satisfacer a entidades de gestión (especialmente la sgae cuyos dirigentes hace tiempo que expresan su deseo de que para usar Internet se tenga que usar «un carnet») y con ellas a los ministerios de cultura e industria.
Pero al fin y al cabo lo peor no es tener un gobierno reaccionario con el totalitarismo digital por bandera, lo peor es que a la sociedad no le importa en absoluto pues en el mismo artículo se dice que únicamente hubo una treintena de asistentes (personas a las que desde aquí aplaudo) a la manifestación en la que se demostró que el uso de redes p2p no es delito. Habiendo tratado el tema con gente de diversas nacionalidades queda claro que nos hemos acostumbrado a la pérdida sistemática de nuestros derechos, a ser unos necios, literalmente unos perros (o peor que perros porque a ellos les molesta la implantación de chips de control); mientras que personas de otros lugares, de diversas edades y estatus social me han confirmado que habría una revuelta si sus gobiernos les obligaran a llevar tarjetas identificativas obligatoriamente aquí nadie se inmuta porque te traten como se trata a los enemigos en la guerra, aquí a todo el mundo le parece normal que sus comunicaciones sean almacenadas, procesadas y espiadas, aquí todo es perfecto mientras puedas ver tu partido de fútbol, tu programa del corazón o tu reality show.
El ministro de cultura anuncia medidas «anti- populares», el de industria, nuestro supuesto aliado dado que el canon aumenta el precio luego disminuye las ventas, calla (y quien calla otorga), además no es algo aislado pues el sistema de avisos se está impulsando a nivel global como por ejemplo en reino unido, francia o chile y aquí tenemos el control tan interiorizado que nos es indiferente que nos obliguen a llevar un dni desde casi el momento en que nacemos. El dni no es más que una identificación impuesta por el estado para controlar a las personas, lo mismo que hacían los nazis en los campos de concentración pero en vez de marcarlo en nuestra piel lo estampan en nuestras leyes y lo imponen en nuestras carteras y bolsillos, lo mismo que se hace con los presos, lo mismo que se hace con los animales en las granjas, con los productos en las tiendas, con la mercancía en los aviones, con los pasajeros en los aviones, las personas solo son mercancía y como tal se las trata mientras no demuestren lo contrario.
Los políticos y la sociedad me han convertido en un ser apolítico por la democracia mediocre que representan, porque a nadie le importa ya que otros sean maltratados o que incluso ellos mismos sean tratados como alimañas. El canon, los ciberderechos, etc. Cualquiera que se informe sabe qué organizaciones apoyan los derechos civiles pero nunca se informa de las empresas que están detrás de los ataques que en nuestro país se orquestan a modo de reformas legislativas. Nuestro sistema político es suficientemente transparente como para llamarlo democracia pero también suficientemente opaco como para que ninguno sepamos qué ocurre en él o quién organiza los desmanes y parece que se ha abierto la veda a Internet.
Se acercan tiempos difíciles para los derechos y la gente no va a hacer nada por evitarlo, así que si la sociedad no lo cambia lo tendrás que cambiar tú, por una vez tú tendrás que encargarte de tu seguridad y de tu privacidad, porque a estas alturas me resulta tristemente ingenuo creer que la masa va a hacer algo. Por todo esto y mucho más cada miércoles durante las próximas tres semanas escribiré a quien quiera leerlo sobre cómo protegerse, empezando desde 0 hasta un nivel aceptable. No va a ser una guía exhaustiva ni completa, de hecho si estás leyendo esto seguramente sabrás mucho más de lo que voy a contar, pero la idea es que, a partir de ella y con un poco de curiosidad, cualquier persona independientemente de sus conocimientos informáticos pueda prepararse contra lo que harán nuestros políticos presentes y futuros, porque si no puedes confiar en que el estado o tus proveedores te defiendan tendrás que defenderte tú mismo del estado dado que ser libre implica tener que defender esa libertad, querer privacidad implica defender no estar vigilado, querer libertad implica no querer ser rehén y querer vivir implica luchar por todo lo anterior, si es que aún corre sangre por tus venas. Y sino, tranquilo, el adoctrinamiento empieza a crecer, ya te alcanzará.

disculpenlasmolestias.com

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